INTRODUCCIÓN
Durante
la
Guerra Civil, poetas de ambos bandos
escriben
poesía de
tema bélico de escasa
calidad con una finalidad propagandística y
combativa. Dicha
poesía, que
se difunde
en octavillas,
periódicos
y revistas, tiene
como
finalidad
exaltar a los héroes de
cada bando,
denigrar al enemigo, presentando una visión maniqueísta del mundo
con
metáforas basadas en la luz (Bien)y oscuridad (Mal)..Acabada
la contienda,
numerosos
intelectuales que defendían
la causa republicana se
tienen
que exiliar,
como ocurrió con el propio J. Ramón y
la
mayoría de los escritores de la Generación del 27: Salvo
Gerardo Diego, V. Aleixandre y Dámaso Alonso, que permanecen
“desarraigados”en
nuestro país, el resto de los autores escriben y publican en el
exilio: Salinas, Jorge Guillén, Alberti, Luis Cernuda, Emilio Prados
y Manuel Altolaguirre. Menos
suerte corrieron Lorca, fusilado en plena contienda, o Miguel
Hernández, quien
muere en la cárcel cumpliendo
cadena perpetua.
MIGUEL
HERNÁNDEZ
La
obra de Miguel Hernández sirve de puente entre la poesía de
preguerra y la
de posguerra,
entre
la generación del 27 y
la
del
36. Su
obra
se caracteriza por la
honda
profundidad
de sus emociones y la gran perfección formal de sus versos. Los
temas centrales son el amor, el dolor y la muerte (agudizados por la
tragedia
de la guerra
), pero
también la
esperanza en un futuro mejor.
Su
poesía pasa por tres momentos:
1.-
En su primera etapa, (1933-1936), que arranca con Perito
en lunas
(40 octavas reales con influencia de Góngora y las Vanguardias),
destaca
El
rayo que no cesa (1936),
su obra cumbre, escrita en sonetos, que
presenta como tema la frustración, impotencia y la pena de no poder
amar plenamente debido a la imposición de las normas morales y
sociales.
En esta obra se incluye su impresionante Elegía
a Ramón Sijé,
en tercetos encadenados, dedicada
a su amigo.
2.-
En la segunda etapa (1937-38), durante
la guerra, escribe Viento
del Pueblo y El hombre acecha, donde
protesta
y muestra su dolor ante el sufrimiento de los más débiles ("El
niño yuntero").
3.-
En un tercer momento, (1939-1942), encarcelado tras la guerra,
escribe su gran obra
Cancionero
y romancero de ausencias,
donde habla de las trágicas consecuencias de la guerra, sobre
todo poara él mismo, pues
la cárcel supone una “triple
ausencia”: la separación de su mujer, la muerte de su hijo, y la
y
la falta de libertad.
POESÍA
EN LA DÉCADA DE LOS CUARENTA. POESÍA EXISTENCIAL
A
inicios
de los años 40,
los poetas se agrupan en varias tendencias:
- Poesía neoclásica, “arraigada”Autores más o menos afines al régimen franquista. Publican en revistas como Garcilaso o Escorial. Sus poemas presentan temas intimistas, la familia, la religió y la patria. Se sirven de estrofas clásicas, como el soneto. Destacan autores como Luis Rosales (La casa encendeida), Leopoldo Panero, Luis Felipe Vivanco y Dionisio Ridurejo, y José García Nieto
- Poesía existencial, “desarraigada”Se inicia a raíz de la publicación de dos grandes poemarios en 1944: Hijos de la ira, de Dámaso Alonso, y Sombra del paraíso, de Vicente Aleixandre. Siguen esta tendencia autores contrarios a la dictadura que, al no poder criticar abiertamente al nuevo régimen, hablan de la soledad del hombre ante un Dios ausente ante las injusticias humanas, con un tono angustioso y pesimista. Se sirven del verso libre y a de imágenes de corte surrealista. Publican preferentemente en revistas como Proel, Corcel y, sobre todo, Espadaña. Puesto que no pueden criticar abiertamente al nuevo régimen debido a la censura, vuelcan su amargura en poemas de tema existencial. Sobresalen autores como: Blas de Otero y Gabriel Celaya.
- Otras tendencias:Un grupo de autores cordobeses que escriben bajo la influencia de la poesía de la generación del 27 y publican en la revista Cántico. Otro grupo de poetas escriben poesía de tipo surrealista. Publican en revistas como “Postismo” ( Carlos Edmundo de Ory)
POESÍA
EN LA DÉCADA DE LOS 50. LA POESÍA SOCIAL
La
poesía desarraigada de los años 40 da un paso más allá y se
convierte en poesía social, gracias a una mayor flexibilidad de la
censura. De este modo, se pasa de los temas de tipo existencial,
de
los problemas individuales,
a los
temas sociales, al reflejo de los conflictos de la colectividad. En
1955 se consolida el realismo social en poesía de la mano de dos
obras: Pido
la paz y
la
palabra, de
Blas DE OTERO, y Cantos
íberos, de
Gabriel CELAYA. Estos dos autores, junto con José Hierro, son los
máximos representantes de la poesía social. Todos ellos conciben
la poesía como un instrumento de denuncia de la realidad, intentando
que el pueblo tome conciencia de ella y de la necesidad de una
revolución social.
El
poeta es un hombre solidario con los demás y asume un compromiso
ante la injusticia, el sufrimiento, la miseria, los problemas que lo
rodean; no puede ser neutral. Se puede deducir, por tanto, que
durante estos años de poesía social es mayor el interés por el
contenido del poema que por su forma. Es una poesía par la "inmensa
mayoría" (Blas de Otero) y "un arma cargada de futuro"
(Gabriel Celaya). Los
poetas intentan llegar al mayor número de personas con el
objetivo de transformar la sociedad. Destacan autores como Gabriel
Celaya (Cantos
iberos),
Blas
de Otero (Ángel
fieramente humano, Pido la paz y la palabra)
y José
Hierro.
BLAS
DE OTERO (1916-1979)
Blas
de Otero comienza publicando poesía de tipo religiosa (Cántico
espiritual), pero evoluciona hacia la poesía existencial en Ángel
fieramente humano y Redoble de Conciencia (1950),
posteriomente recopilados en un único libro titulado Ancia
(1958). En esta obra, expresa la angustia del ser humano ante la
injusticia y la muerte. El hombre se siente solo, abandonado, y se
dirige desesperadamente a Dios, sin obtener ninguna respuesta. Ese
silencio provoca un enorme vacío y soledad (véase “Hombre”)
Poco
después, publica su conocida obra Pido la paz y la palabra
(1955), donde muestra un cambio de actitud. Ahora se dirige a los
otros, y pretende sacarlos de la inacción, moverlos a actuar a
través de la palabra, pues la palabra sirve para protestar y gritar,
para pedir que España vuelva a vivir sin muerte ni injusticia. Es
una obra para la “inmensa mayoría”, escrita en un lenguaje
sencillo, que pretende crear un mundo más justo sirviéndose de la
poesía. Finalmente, en los años 60 Blas de Otero vuelve a escribir
una poesía de tipo reflexivo, centrada en aspectos autobiográficas,
tal y como ocurre en su obra Historias fingidas y verdaderas,
escritas en prosa. El estilo se refina.
POESÍA
EN LA DÉCADA DE LOS 60. POESÍA INTIMISTA
Se
abandona la poesía social. Los poetas se vuelven a interesar por los
problemas íntimos. En sus versos poetizan sus
experiencias personales. Los temas fundamentales son: el tiempo (el
fluir del tiempo, fugacidad de la vida, la caducidad de lo terreno...
Como contrapunto, los poetas se refugian en la infancia y la
adolescencia, con un tono triste y nostálgico), el amor y el
erotismo, la amistad y el propio proceso de creación poética. EL
lenguaje sigue siendo sencillo, pero más cuidado que en la de´cada
anterior, el tono conversacional. Utilizan el verso libre. EL tono es
meditativo y reflexivo, y en ocasiones utilizan el humor o la ironía
para distanciarse. Destacan autores como Ángel González, José
Ángel Valente, Francisco Brines, Jaime Gil de Biedma, Claudio
Rodríguez, José Agustín Goytisolo.
JAIME
GIL DE BIEDMA (1929-1990)
Escritor
catalán, nace en Barcelona en el seno de una familia burguesa.
Estudió Derecho, pero se dedicó a la empresa familiar que lo tuvo
ocupado largas temporadas fuera de España.
La
obra de Gil de Biedma ilustra muy bien el cambio de la poesía social
de los años 50 a la poesía personal, íntima, de los años 60. En
sus poemas habla de sus vida cotidiana y privada, pero la observa
desde la distancia, analizándola desde fuera, desde lejos, con la
perspectiva que da el paso del tiempo. Este paso del tiempo provoca
en él angustia, pues la vejez,que es la antesala de la muerte,
muestra su deterioro, su desilusión, su decepción y derrota, sobre
todo cuando recuerda su etapa de juventud, llena de ilusión, de vida
y grandes expectativas. Otra característica es la impreganción de
referencias culturales, sobre todo a Machado, Bécquer, autores
ingleses, francesos o incluso clásicos. Su obra más conocida, Las
personas del verbo, publicada en 1975, recopila tres poemarios
previos: Compañeros de viaje (1959), Moralidades (1966) y Poemas
póstumos.
POESÍA
EN LOS AÑOS 70. Poesía culturalista de la Generación del 68 o
Novísimos
Poesía
culturalista, llena de referencias culturales a escritores, artistas,
pero también a la cultura urbana de la época:el cómic, el cine, la
televisión, la música...) a ciudades y escritores extranjeros. Es
una poesía para minorías cultas, capaz de entender las constantes
alusiones eruditas de estos poemas. Forman parte de este grupo:
Manuel Vázquez Montalbán, Guillermo Carnemo, Aana María Moiz,
Leopoldo María Panero, Félix de Azúa, Vicente Molina Foix, Pere
Gimferrer
PPESÍA
EN LOS AÑOS 80 hasta LA ACTUALIDAD. Poesía de la experiencia
Decae
la poesía anterior Poesía realista, presenta situaciones personales
cotidianas, con un estilo coloquial.Destacan autores como Felipe
Benítez Reyes, Luis García Montero, Luis Alberto de Cuenca o
Antonio colinas. Vuelve la emoción y el intimismo a la poesía,
sigue la temática urbana y la vida cotidiana, el tono
autrobiográfico, los temas como el amor, la soledad, el paso del
tiempo... se rechaza el adorno estilístico y las referencias
culturales. El tono es coloquial, plagado de léxico moderno. Se
retoman los metros clásicos (sonetos, etc9, pero también el verso
libre. La presencia femenia es cada vez mayor, con escritoras como
Ana Rossetti y Blanca Andreu.