sábado, 16 de abril de 2016

Poesía de Posguerra. Miguel Hernández, Blas de Otero, Gil de Biedma


INTRODUCCIÓN

Durante la Guerra Civil, poetas de ambos bandos escriben poesía de tema bélico de escasa calidad con una finalidad propagandística y combativa. Dicha poesía, que se difunde en octavillas, periódicos y revistas, tiene como finalidad exaltar a los héroes de cada bando, denigrar al enemigo, presentando una visión maniqueísta del mundo con metáforas basadas en la luz (Bien)y oscuridad (Mal)..Acabada la contienda, numerosos intelectuales que defendían la causa republicana se tienen que exiliar, como ocurrió con el propio J. Ramón y la mayoría de los escritores de la Generación del 27: Salvo Gerardo Diego, V. Aleixandre y Dámaso Alonso, que permanecen “desarraigados”en nuestro país, el resto de los autores escriben y publican en el exilio: Salinas, Jorge Guillén, Alberti, Luis Cernuda, Emilio Prados y Manuel Altolaguirre. Menos suerte corrieron Lorca, fusilado en plena contienda, o Miguel Hernández, quien muere en la cárcel cumpliendo cadena perpetua.

MIGUEL HERNÁNDEZ

La obra de Miguel Hernández sirve de puente entre la poesía de preguerra y la de posguerra, entre la generación del 27 y la del 36. Su obra se caracteriza por la honda profundidad de sus emociones y la gran perfección formal de sus versos. Los temas centrales son el amor, el dolor y la muerte (agudizados por la tragedia de la guerra ), pero también la esperanza en un futuro mejor. Su poesía pasa por tres momentos:
1.- En su primera etapa, (1933-1936), que arranca con Perito en lunas (40 octavas reales con influencia de Góngora y las Vanguardias), destaca El rayo que no cesa (1936), su obra cumbre, escrita en sonetos, que presenta como tema la frustración, impotencia y la pena de no poder amar plenamente debido a la imposición de las normas morales y sociales. En esta obra se incluye su impresionante Elegía a Ramón Sijé, en tercetos encadenados, dedicada a su amigo.
2.- En la segunda etapa (1937-38), durante la guerra, escribe Viento del Pueblo y El hombre acecha, donde protesta y muestra su dolor ante el sufrimiento de los más débiles ("El niño yuntero").
3.- En un tercer momento, (1939-1942), encarcelado tras la guerra, escribe su gran obra Cancionero y romancero de ausencias, donde habla de las trágicas consecuencias de la guerra, sobre todo poara él mismo, pues la cárcel supone una “triple ausencia”: la separación de su mujer, la muerte de su hijo, y la y la falta de libertad.

POESÍA EN LA DÉCADA DE LOS CUARENTA. POESÍA EXISTENCIAL

A inicios de los años 40, los poetas se agrupan en varias tendencias:

  • Poesía neoclásica, “arraigada”
    Autores más o menos afines al régimen franquista. Publican en revistas como Garcilaso o Escorial. Sus poemas presentan temas intimistas, la familia, la religió y la patria. Se sirven de estrofas clásicas, como el soneto. Destacan autores como Luis Rosales (La casa encendeida), Leopoldo Panero, Luis Felipe Vivanco y Dionisio Ridurejo, y José García Nieto
  • Poesía existencial, “desarraigada”
    Se inicia a raíz de la publicación de dos grandes poemarios en 1944: Hijos de la ira, de Dámaso Alonso, y Sombra del paraíso, de Vicente Aleixandre. Siguen esta tendencia autores contrarios a la dictadura que, al no poder criticar abiertamente al nuevo régimen, hablan de la soledad del hombre ante un Dios ausente ante las injusticias humanas, con un tono angustioso y pesimista. Se sirven del verso libre y a de imágenes de corte surrealista. Publican preferentemente en revistas como Proel, Corcel y, sobre todo, Espadaña. Puesto que no pueden criticar abiertamente al nuevo régimen debido a la censura, vuelcan su amargura en poemas de tema existencial. Sobresalen autores como: Blas de Otero y Gabriel Celaya.
  • Otras tendencias:
    Un grupo de autores cordobeses que escriben bajo la influencia de la poesía de la generación del 27 y publican en la revista Cántico. Otro grupo de poetas escriben poesía de tipo surrealista. Publican en revistas como “Postismo” ( Carlos Edmundo de Ory)
POESÍA EN LA DÉCADA DE LOS 50. LA POESÍA SOCIAL

La poesía desarraigada de los años 40 da un paso más allá y se convierte en poesía social, gracias a una mayor flexibilidad de la censura. De este modo, se pasa de los temas de tipo existencial, de los problemas individuales, a los temas sociales, al reflejo de los conflictos de la colectividad. En 1955 se consolida el realismo social en poesía de la mano de dos obras: Pido la paz y la palabra, de Blas DE OTERO, y Cantos íberos, de Gabriel CELAYA. Estos dos autores, junto con José Hierro, son los máximos representantes de la poesía social. Todos ellos conciben la poesía como un instrumento de denuncia de la realidad, intentando que el pueblo tome conciencia de ella y de la necesidad de una revolución social. El poeta es un hombre solidario con los demás y asume un compromiso ante la injusticia, el sufrimiento, la miseria, los problemas que lo rodean; no puede ser neutral. Se puede deducir, por tanto, que durante estos años de poesía social es mayor el interés por el contenido del poema que por su forma. Es una poesía par la "inmensa mayoría" (Blas de Otero) y "un arma cargada de futuro" (Gabriel Celaya). Los poetas intentan llegar al mayor núme­ro de personas con el objetivo de transformar la sociedad. Destacan autores como Gabriel Celaya (Cantos iberos), Blas de Otero (Ángel fieramente humano, Pido la paz y la palabra) y José Hierro.

BLAS DE OTERO (1916-1979)

Blas de Otero comienza publicando poesía de tipo religiosa (Cántico espiritual), pero evoluciona hacia la poesía existencial en Ángel fieramente humano y Redoble de Conciencia (1950), posteriomente recopilados en un único libro titulado Ancia (1958). En esta obra, expresa la angustia del ser humano ante la injusticia y la muerte. El hombre se siente solo, abandonado, y se dirige desesperadamente a Dios, sin obtener ninguna respuesta. Ese silencio provoca un enorme vacío y soledad (véase “Hombre”)

Poco después, publica su conocida obra Pido la paz y la palabra (1955), donde muestra un cambio de actitud. Ahora se dirige a los otros, y pretende sacarlos de la inacción, moverlos a actuar a través de la palabra, pues la palabra sirve para protestar y gritar, para pedir que España vuelva a vivir sin muerte ni injusticia. Es una obra para la “inmensa mayoría”, escrita en un lenguaje sencillo, que pretende crear un mundo más justo sirviéndose de la poesía. Finalmente, en los años 60 Blas de Otero vuelve a escribir una poesía de tipo reflexivo, centrada en aspectos autobiográficas, tal y como ocurre en su obra Historias fingidas y verdaderas, escritas en prosa. El estilo se refina.


POESÍA EN LA DÉCADA DE LOS 60. POESÍA INTIMISTA

Se abandona la poesía social. Los poetas se vuelven a interesar por los problemas íntimos. En sus versos poetizan sus experiencias personales. Los temas fundamentales son: el tiempo (el fluir del tiempo, fugacidad de la vida, la caducidad de lo terreno... Como contrapunto, los poetas se refugian en la infancia y la adolescencia, con un tono triste y nostálgico), el amor y el erotismo, la amistad y el propio proceso de creación poética. EL lenguaje sigue siendo sencillo, pero más cuidado que en la de´cada anterior, el tono conversacional. Utilizan el verso libre. EL tono es meditativo y reflexivo, y en ocasiones utilizan el humor o la ironía para distanciarse. Destacan autores como Ángel González, José Ángel Valente, Francisco Brines, Jaime Gil de Biedma, Claudio Rodríguez, José Agustín Goytisolo.


JAIME GIL DE BIEDMA (1929-1990)

Escritor catalán, nace en Barcelona en el seno de una familia burguesa. Estudió Derecho, pero se dedicó a la empresa familiar que lo tuvo ocupado largas temporadas fuera de España.

La obra de Gil de Biedma ilustra muy bien el cambio de la poesía social de los años 50 a la poesía personal, íntima, de los años 60. En sus poemas habla de sus vida cotidiana y privada, pero la observa desde la distancia, analizándola desde fuera, desde lejos, con la perspectiva que da el paso del tiempo. Este paso del tiempo provoca en él angustia, pues la vejez,que es la antesala de la muerte, muestra su deterioro, su desilusión, su decepción y derrota, sobre todo cuando recuerda su etapa de juventud, llena de ilusión, de vida y grandes expectativas. Otra característica es la impreganción de referencias culturales, sobre todo a Machado, Bécquer, autores ingleses, francesos o incluso clásicos. Su obra más conocida, Las personas del verbo, publicada en 1975, recopila tres poemarios previos: Compañeros de viaje (1959), Moralidades (1966) y Poemas póstumos.

POESÍA EN LOS AÑOS 70. Poesía culturalista de la Generación del 68 o Novísimos

Poesía culturalista, llena de referencias culturales a escritores, artistas, pero también a la cultura urbana de la época:el cómic, el cine, la televisión, la música...) a ciudades y escritores extranjeros. Es una poesía para minorías cultas, capaz de entender las constantes alusiones eruditas de estos poemas. Forman parte de este grupo: Manuel Vázquez Montalbán, Guillermo Carnemo, Aana María Moiz, Leopoldo María Panero, Félix de Azúa, Vicente Molina Foix, Pere Gimferrer

PPESÍA EN LOS AÑOS 80 hasta LA ACTUALIDAD. Poesía de la experiencia

Decae la poesía anterior Poesía realista, presenta situaciones personales cotidianas, con un estilo coloquial.Destacan autores como Felipe Benítez Reyes, Luis García Montero, Luis Alberto de Cuenca o Antonio colinas. Vuelve la emoción y el intimismo a la poesía, sigue la temática urbana y la vida cotidiana, el tono autrobiográfico, los temas como el amor, la soledad, el paso del tiempo... se rechaza el adorno estilístico y las referencias culturales. El tono es coloquial, plagado de léxico moderno. Se retoman los metros clásicos (sonetos, etc9, pero también el verso libre. La presencia femenia es cada vez mayor, con escritoras como Ana Rossetti y Blanca Andreu.