GENERACIÓN
DEL 98
Introducción.
El concepto de "Generación del 98"
La
expresión "Generación del 98" es una de las más
controvertidas de la literatura contemporánea, discutida incluso por
alguno de sus supuestos integrantes, como Baroja. El término fue
acuñado por Azorín, quien en 1913 tituló así una serie de cuatro
artículos donde describía a un grupo de autores caracterizados por
un afán renovador y de protesta
La
expresión hizo fortuna gracias a autores como Pedro Salinas, quien
demostró la existencia de esta generación al aplicar los principios
establecidos por Peterson para la existencia de una cualquier
generación literaria, a saber:
1
- Nacimiento en fechas cercanas
2
- Formación intelectual semejante
3
- Relaciones personales entre ellos
4
- Presencia de un guía o jefe
5
- Un acontecimiento generacional
6.-
Participación en actos colectivos propios
7
- Rasgos comunes de estilo
8
-Anquilosamiento de la generación anterior
Posteriormente,
Díaz Plaja adoptó esta postura y la radicalizó, al contraponer la
Generación del 98 al Modernismo en su libro Modernismo frente a
Noventayocho (1951). Así, los modernistas cultivarían
preferentemente la poesía, su temática sería preferentemente
intimista o evasiva, y su retórica muy cuidada; frente a ellos, los
noventayochistas escribirían mayoritariamente novela y ensayo, su
temática sería social y existencial y su estilo sencillo, sobrio.
Esta
postura es la que ha prevalecido durante muchos años. No obstante,
más recientemente se ha demostrado que los principios aplicados a la
generación del 98 son válidos también para el Modernismo. Por
ello, la crítica se divide en
A)
Quienes mantienen una clara distinción entre generación del 98 y
Modernismo
B)
Quienes, como Ricardo Gullón, niegan la existencia de una
"generación del 98" opuesta al "Modernismo",
pues considera que el Modernismo es un único movimiento
C)
Quienes, en vez de hablar de "generación del 98" habla de
"grupo del 98" más o menos homogéneo en su juventud, y
que estaría formado por Baroja, Azorín, Maetzu y Unamuno
Esta
última opción, intermedia, es la que hoy en día goza de más
seguimiento. Dado que los requisitos propuestos por Peterson para la
existencia de una generación son aplicables tanto a los autores
modernistas como a los noventayochistas, la crítica actual prefiere
hablar de un "grupo del 98" dentro de un movimiento más
amplio (El modernismo). Es decir, modernistas y noventayochistas
constituyen una misma generación histórica, puesto que está
marcada por los mismos acontecimientos. Sin embargo, su protesta
literaria se canaliza de distinto modo y con una estética
particular.
La
narrativa bajo el Realismo y la Generación del 98
A
principios del s. XX continúan las tendencias narrativas de finales
del siglo XIX. Muchos escritores, entre los que destacan Pérez
Galdós, Pardo Bazán o Blasco IBáñez, continúan publicando en
este momento novelas de corte realista y naturalista.
Paralelamente,irrumpe
en el panorama literario un grupo de jóvenes novelistas que marcados
por la grave crisis que atraviesa el país, concretamente por el
desastre del 98, y cansados de la temática y las técnicas
narrativas de la generación anterior, decide renovar el renovar el
género. HE aquí las principales diferencias:
Novela
realista
|
Novela
del 98
|
El
tema esencial es la realidad externa al autor
|
El
tema principal el la visión personal que el autor tiene de la
realidad
|
El
narrador trata de ser objetivo e imparcial
|
El
narrador es subjetivo, manifiesta ideas y opiniones del autor
sobre el tema tratado
|
La
técnica descriptiva es objetiva y detallista
|
La
técnica descriptiva es subjetiva e impresionista
|
El
protagonista es toda la sociedad
|
El
protagonista es un único individuo
|
El
estilo es muy retórico
|
El
estilo es sobrio, sin apenas recursos literarios
|
El
léxico es denotativo y desapasionado
|
El
léxico es connotativo, valoratiro, y hay muchos localismo y
arcaísmos
|
Las
novelas son largas y densas
|
Las
novelas son cortas
|
La literatura: las fuentes literarias que influyen están muy claras, ya que son un referente histórico y literario. Los autores del 98 se interesan por los clásicos de nuestra literatura, como el Poema de Mío Cid, Gonzalo de Berceo, el Arcipreste de Hita, El Romancero, Jorge Manrique, Fray Luis de León, Cervantes, Góngora... pasando por los ilustrados y desembocando en Larra, cuya maestría reconocieron ante su tumba (1901)
Autores
En
la actualidad se suelen considerar noventayochistas a Azorín, Baroja
y Maeztu (Los Tres) y a Unamuno. Más polémica resulta la
adscripción de Antonio Machado y de Valle Inclán pues, aunque en
ciertos momentos presenten cierta afinidad con ellos, sin embargo su
trayectoria es muy personal
Géneros
literarios
El
género por excelencia es el ensayo, que trata sobre temas muy
variados: historia, literatura, religión, etc. (Unamuno, Maeztu y
Azorín). También destaca la renovación de la novela (Baroja,
Unamuno,Azorín). Menor éxito tuvo el teatro (exceptuando a Valle
Inclán)
Origen
y desarrollo del grupo del 98:
Dada
su actitud crítica ante la desastrosa situación de la España
contemporánea, podemos considerar precursores a los ilustrados en el
XVIII, Larra en el XIX, los liberales reformistas o
regeneracionistas de finales del siglo. XIX (Joaquín Costa, Ángel
Ganivet y Ramiro de Maeztu) y los krausistas1.
En
cuanto a la trayectoria, uno de los rasgos del grupo es la evolución
desde posturas juveniles radicales (anarquizantes en Baroja, Azorín
y Maeztu, y socialistas en Unamuno) hacia posiciones conservadoras en
su madurez, espiritualistas o nostálgicas: el idealismo en Unamuno,
el escepticismo en Baroja, el conservadurismo en Azorín y el
autoritarismo en Maeztu)2.
A continuación detallamos los hitos de esta evolución:
1.-
Etapa de Juventud:
Los
primeros años de todos estos autores vienen dominados por un
espíritu de protesta y rebeldía. Ideológicamente, están cercanos
a las posturas más revolucionarias de la época. “Azorín”
resumió esta primera etapa en una frase... “Un espíritu de
protesta, de rebeldía, animaba a la juventud del 98.” Y José
Carlos Mainer nos dice de ellos... “Procedentes de las clases
medias, fueron la primera generación de intelectuales que, de la
vanguardia de la burguesía, intentó pasarse al enemigo”.
En
1901, Baroja, Azorín y Maetzu, quienes publicaban a menudo artículos
con el pseudónimo de Los Tres, publican un Manifiesto
donde describen la penosa situación de España y proponen medidas
concretas para solucionarla, como:
"aplicar
los conocimientos de la ciencia en general a todas las llagas
sociales (...) Poner al descubierto las miserias de la gente del
campo, las dificultades y tristezas de millares de hambrientos (...)
señalar la necesidad de la enseñanza obligatoria (...) Y después
de estos, llevar a la vida las soluciones halladas, no por nosotros,
sino por la ciencia experimental, (...) propagarlas con entusiasmo,
defenderlas con la palabra y con la pluma hasta producir un
movimiento de opinión que pueda influir en los gobiernos"
2.-
Etapa de Madurez:
La
campaña fue un fracaso y les produjo un hondo desengañó de la
viabilidad de estas reformas. Hacia 1905 abandonan sus proyectos
radicales de juventud y adoptan la actitud escéptica propia de su
madurez, que alterna con un fuerte idealismo que entronca con las
corrientes irracionalistas europeas (Nietzsche, Schopenhauer,
Kierkegaard...).
Su
pensamiento enlaza con el de los irracionalismos de la segunda mitad
del siglo XIX (Schopenhauer, Nietzsche y Kierkegaard).
Los
temas más corrientes en sus obras girarán en torno a las
preocupaciones religiosas y existenciales.
Seguirán
interesándose por España, sus problemas y su esencia, pero desde
posturas muy subjetivas.
Temática:
1.-
Temática existencial y religiosa:
La
crisis finisecular se manifiesta en temas como el paso del tiempo, el
sentido de la vida, el destino del hombre, la muerte... son temas
recurrentes, especialmente en Unamuno. Por ello, la generación del
98 está considerada precursora del existencialismo.
2.-
Temática social. El tema de España. LA historia. La literatura
El
tema de España surge cuando buscan una explicación a la
situación de España, para lo cual indagan en la idiosincrasia de
nuestro país, es decir, buscan su esencia ... y la encontrarán en
el paisaje y el paisanaje castellano. Unamuno es quien plantea el
tema en términos idealistas: habla del alma de España y la busca en
Castilla, a través de su paisaje sus mitos y sus orígenes
históricos y literarios. Eso explica el interés y la revalorización
de la primitiva literatura castellana, del paisaje castellano y de la
identificación entre Castilla y España, que se convierte en un tema
característico del grupo.
La
historia:
no se interesan por la Historia con mayúscula, es decir, la de los
grandes hombres y las grandes batallas, sino por la historia del
pueblo, de las personas que trabajan día a día, la de los hechos
cotidianos, la del trabajo, la de las costumbres, la de “los
millones de hombres sin historia”, calificada por Unamuno como
intrahistoria.
Estilo:
El
estilo de los escritores noventayochistas surge, como el de los
modernistas, como reacción estilo de la generación anterior, tanto
al prosaísmo de la narrativa realista, como a la grandilocuencia del
teatro de Echegaray (a cuyo Premio Noble se opusieron), Sin embargo,
se opusieron a los excesos del retoricismo ampuloso de los
modernistas. Así, el estilo noventayochista es deliberadamente
antirretórico, es austero y sobrio. No obstante, se trata de
una sencillez muy pensada y cuidada.
Además,
los autores sienten predilección por las palabras tradicionales y
terruñeras y amplían el caudal léxico bebiendo del habla de los
pueblos que recorren y de las fuentes clásicas. A través de ellas
comunican "la extraña poesía de las cosas vulgares"
(Baroja)
"¿Sabe
usted lo que es un perro lucharniego? No ha oído usted muchas
veces, en los crepúsculos vespertinos chiar a las
golondrinas? (...) ¿Ha oído usted en la madrugada cantar a la
coalla? Si está usted en una casa de campo y entra en el
amasadero, cuando la casera está ante la artesa, con
las manos en la masa, ¿Sabrá usted lo que está haciendo? ¿Se
acordará usted del verbo heñir? (Azorín, Las palabras
inusitadas)
Otra
característica del estilo de los noventayochistas es su subjetivismo
y el lirismo, pues su mirada sobre las gentes y los paisajes no es
objetiva, sino que está impregnada de sentimientos y apreciaciones
personales (normalmente pesimistas). POr otra parte, predominan las
descripciones del yermo castellano, sobre la cual proyectan su
afección.
No
obstante, al margen de estas características generales, cada autor
tiene unas ideas personales sobre el estilo. Así, Azorín afirmaba
que: "una obra será tanto mejor cuando con menos y más
elegantes palabras haga brotar más ideas"; Unamuno, a su vez,
consideraba previo el contenido que la forma; "Tengamos primero
que decir algo jugoso, fuerte, hondo (...), y luego, del fondo,
brotará la forma". En conclusión, dan preferencia al contenido
que a la forma
Conclusión:
Los
escritores noventayochistas contribuyeron poderosamente a la
renovación literaria de principios de siglo, si bien por unos cauces
distintos a los de los modernistas...
1
El Krausismo. Fue
una corriente filosófica basada en las teorías del filósofo
alemán del siglo xix Karl Christian Friedrich Krause. En España,
sus máximos representantes son Julián Sanz del Río y Francisco
Giner de los Ríos. Su ideal es la perfección armónica del ser
humano; consideran que el mejor medio para conseguirla y resolver
los problemas de España es su reforma moral y pedagógica.
Francisco Giner de los Ríos intentó llevar a cabo los ideales
krausistas en la Institución Libre de Enseñanza, institución
educativa de carácter laico y liberal en la que aplicó nuevos
métodos pedagógicos: se opuso al aprendizaje memorístico y
promovió la relación personal entre profesores y alumnos, el amor
al arte, al folclore y a la naturaleza. Por esta institución
pasaron prestigiosos artistas y escritores de la época como los
hermanos Machado, Juan Ramón Jiménez, etc. Cumplió así la
finalidad para la que fue creada: formar a una minoría de
intelectuales que fuera capaz de transformar la sociedad española.
El
Regeneracionismo :
la crisis del sistema político de la Restauración y la sensación
general de decadencia, agravada por la realidad del desastre del 98,
hizo reaccionar a un reducido grupo de intelectuales y políticos
que plantearon en sus escritos la necesidad de regenerar España
identificando sus problemas y proponiendo remedios eficaces para
superarlos. Los regeneracionistas, con Joaquín Costa a la cabeza,
señalan como una de las principales causas de la decadencia
española la degradación del sistema socioeconómico y político de
la Restauración. Su programa de regeneración propone: acabar con
el caciquismo y con el retraso que supone el excesivo peso de la
tradición, llevar a cabo la reforma del campo, conseguir «escuela
y despensa» para todos, y tener en cuenta el modelo europeo
(europeización) para hacer progresar al país.