jueves, 10 de marzo de 2016

Narrativa Hispanoamericana. Borges, Cortázar, García Márquez, Vargas LLosa

LA NARRATIVA A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX (hasta la década de los 40)
A principios del siglo XX, los narradores hispanoamericanos escriben bajo el influjo del dos corrientes literarias: el Realismo y el Modernimo. Aunque el Modernismo fue un movimiento esencialmente poético, influyó en la prosa, sobre todo en el cuento, impulsando el tema fantástico. (Destacan el uruguayo Horacio Quiroga; y el argentino Leopoldo Lugones). Por su parte, el Realismo hispanoamericano hereda los rasgos típicios de la novela española decimonónica, pero presenta además características autóctonas que nos permiten hablar de estas tres corrientes: La novela regionalista, que refleja la lucha entre la civilización y la naturaleza (La vorágine, del colombiano José Eustasio Rivera; Don Segundo Sombra, del argentino Ricardo Güiraldes; y Doña Bárbara, del venezolano Rómulo Gallegos); la novela social, que presenta los conflictos políticos y sociales que sacuden América Latina, como la revolución mexicana de Pancho Villa (Los de abajo, de Mariano Azuela); y la novela indigenista, donde se denuncia la explotación de los indios por parte del hombre blanco (Huasipungo, del ecuatoriano Jorge Icaza; El mundo es ancho ajeno, del peruano Ciro Alegría).

LA RENOVACIÓN NARRATIVA (Década de los 40 hasta los 60)
A lo largo de la década de los 40, llegaron en Hispanoamérica numerosos intelectuales europeos que se exiliaron tras la Guerra Civil española y las dos guerras mundiales. Muchos recalaron en Buenos Aires, que se convertirá en la capital cultural del momento. Como consecuencia, la narrativa hispanoamericana abandona el Realismo tradicional, y se renueva gracias a la incorporación de la temática urbana, nuevas técnicas narrativas aprendidas y, sobre todo, por la incorporación del realismo mágico. El realismo mágico consiste en una concepción global de la realidad, que incluye al mismo nivel lo lógico y lo racional, con lo mítico y fantástico. Es una forma de representar el mundo hispanoamericano, lleno de fantasía, mitos y leyendas, ritos, hechicerías, creencias ancestrales ... de lo pueblos indígenas. Esta novela, en la que se dan la mano realidad y fantasía, ha recibido diversas denominaciones, entre las que han hecho fortuna: realismo mágico o lo real maravilloso.Fue el escritor Alejo Carpentier quien definió “lo real maravilloso” y lo ejemplificó en sus novelas.

  JORGE LUIS BORGES (1899-1986): ensayista y autor de relatos breves que reunió en varios volúmenes (Historia universal de la infamia, Ficciones, El Aleph, El libro de arena) Su obra se caracteriza por el fuerte culturalismo (sobre todo por la alusión a mitos clásicos y a la inclusión de referencias literarias dentro de sus propios relatos), así como por la temática filosófica y existencial. El autor está convencido de que no es posible un verdadero conocimiento de las cosas, por lo que en sus relatos presenta el mundo como un laberinto indescifrable, mezcla la realidad con la ficción, concibe de forma circular el tiempo... Para ello recurre a símbolos (el tigre, los espejos, el laberinto, las bibliotecas...

LA NOVELA HISPANOAMERICANA DESDE 1960: EL BOOM
El famoso “boom” de la narrativa hispanoamericana es un fenómeno que consiste en la gran difusión internacional, a partir de la década de los 60 y los 70, de la obra de los narradores hispanoamericanos de las dos décadas previas, que ofrecen ahora lo más granado de su carrera literaria, pero que además ejercen un sólido magisterio sobre los autores de la nueva generación, como son el Gabriel García Márquez, Vargas LLosa, Carlos Fuentes, Ernesto Sábato, Juan Carlos Onetti, Juan Rulfo ... esta difusión está impulsada sobre todo desde España, donde por diversas razones políticas han recalado muchos de estos autores. El “boom” se inicia en 1963 con la publicación de la novela Rayuela de Cortázar, pero, sobre todo, a raíz del éxito editorial de la novela Cien años de soledad, de García Márquez.


JULIO CORTÁZAR (1914-1984): también incorpora en sus textos el elementos maravillosos, pero no recrea ni la naturaleza ni la historia americana, sino que su realismo fantástico se caracteriza por contar de modo objetivo lo anómalo e imaginario, con lo que hace que lo insólito resulte creíble y verosímil. Para él, la literatura fantástica, al romper con la lógica, pone en cuestión una sociedad construida sobre la fe en la razón. El absurdo y la irracionalidad también forman parte de lo cotidiano, y su exploración conduce, como ya habían descubierto los surrealistas, a desvelar escondidas facetas de la realidad y penetrar en ella más allá de las apariencias. Destacó Cortázar como autor de cuentos, que fue reuniendo en diversos volúmenes: Bestiario, Las armas secretas, Historias de cronopios y de famas,... Famosa es su novela Rayuela, especie de rompecabezas narrativo que puede leerse de forma convencional o salteando los capítulos, metáfora literaria de la fragmentación y el caos del mundo bajo el aparente orden superficial.


GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ (1928): Premio Nobel de Literatura, revela desde sus primeros relatos (La hojarasca, El coronel no tiene quien le escriba, y los cuentos reunidos en Los funerales de la Mamá Grande) algunas características de su obra posterior: gran capacidad narrativa, mezcla de lo real e imaginario, fusión del mito y la Historia. Ambiente, personajes, temas y técnicas de estos libros iniciales se reiteran en su pri­mera novela extensa, obra con la que alcanza la fama internacional: Cien años de soledad. Como indica su título, gira en torno a dos temas: el tiempo y la soledad. El tiempo aparece de dos modos contrapuestos: el tiempo cíclico, concebido de for­ma circular, en el que los hechos parecen repetirse sin fin como los fenómenos naturales; y el tiempo histórico, cronológica­mente lineal, a través del cual se pasa desde el prehistórico Ma­condo -nombre de la localidad donde sucede la novela- a los posteriores Macondos: el feudal, el de la colonización española, el de las luchas por la independencia del siglo XIX, el del des­arrollo industrial con la llegada del ferrocarril y la invasión de las multinacionales yanquis que terminan por destruir la ciudad. Se ha afirmado, por ello, que Macondo es América Latina en pe­queño. Por otra parte, la soledad es una característica perma­nente de los protagonistas de la novela, soledad que es fruto de la incomunicación y la ausencia de amor. En Cien años de sole­dad conviven con naturalidad lo insólito y lo cotidiano. Son, además, frecuentes los saltos temporales, las enumeraciones, las repeticiones, las elipsis, la utilización simbólica de nombres de personajes, lugares, actitudes, sucesos, etc. García Márquez ha publicado después otras novelas importantes: El otoño del patriarca, Crónica de una muerte anunciada, El amor en los tiempos del cólera. También ha seguido reuniendo cuentos en diversos volúmenes, entre los que destaca La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada .


MARIO VARGAS LLOSA (1936): Premio Nobel de literatura, conoce el éxito literario desde muy joven con la novela La ciudad los perros. En esta obra, ambientada en un colegio militar, se satiriza con dureza el mundo cerrado y violento de la institución militar. Técnica­mente, revela las dotes narrativas de su autor, quien, como otros escritores hispanoamericanos, maneja con facilidad los recursos técnicos de la novela contemporánea, pero, a dife­rencia de muchos de ellos, no incorpora elementos fantásticos o maravillosos, sino que se mantiene en el plano de la realidad común. Capacidad de fabulación, virtuosismo narrativo, abundancia de elementos autobiográficos y realismo crítico caracterizan sus siguientes novelas: La casa verde, Los cacho­rros (magnífica novela breve sobre el mundo de los adoles­centes de la sociedad limeña acomodada), Conversación en la Catedral (extensa novela en la que diversas historias ofrecen un fresco completo del Perú contemporáneo, asolado por el autoritarismo y la corrupción), Pantaleón y las visitadorasLa tía Julia y el escribidorLa guerra del fin del mundo... Vargas Llosa es también un notable crítico literario con libros como García Márquez: historia de un deicidio o La orgía perfecta: Flaubert y Madame Bovary.