jueves, 18 de octubre de 2018

Características Romanticismo. Ejercicio 1


Indica con qué párrafo se corresponde cada una de las siguientes características de la literatura romántica (algunos párrafos pueden corresponderse con más de una):

irracionalismo; evasión de la realidad y soledad; rebeldía contra las normas impuestas y exaltación de la libertad; intimismo, supremacía de la emoción y los sentimientos sobre la razón; idealismo que conduce al desengaño y la frustración; pesimismo; individualismo; la naturaleza como espejo de los estados de ánimo del autor; nacionalismo; la originalidad



Descontentos con las normas vigentes en la sociedad de su tiempo, los románticos defienden la libertad a todos los niveles: se rebelan contra la política absolutista, contra la libertad de expresión, contra ciertas costumbres injustas... Por ello los románticos admiran a las personas marginales que viven de espaldas a las convenciones sociales y viven de acuerdo sus propias normas, por lo que los convertirán en los protagonistas de sus obras (véanse las canciones de Epronceda, protagonizadas por mendigos, piratas, etc)



Frente a los ilustrados (s. XVIII), los románticos creen que la razón por sí sola no puede explicar todas las facetas de la realidad, puesto que hay aspectos de la vida que no tienen una explicación lógica. Esto explica su afición por lo fantástico, lo maravilloso, lo misterioso, lo sobrenatural, lo onírico (sueños). En consecuencia, en sus obras recrean leyendas nacionales, retoman viejas historias de cada región, y que frecuentemente presentan una ambientación nocturna y misteriosa, y se localizan en parajes solitarios y ruinosos (cementerios, castillos, iglesias...) y en las que aparecen personajes de ultratumba. Esta característica es especialmente visible en las leyendas de Bécquer y poemas de Espronceda.



Los románticos son idealistas, anhelan una realidad perfecta que choca con la realidad imperfecta que les rodea. Este choque entre el deseo y la realidad les produce un profundo sentimiento de desengaño, de frustración, de infelicidad...que los convierte en seres pesimistas, al borde del suicidio. Este pesimismo aflora en gran parte de las obras románticas, muchas de las cuales acaban en tragedia. Véase, si no, el gusto por el desenlace trágico del teatro romántico



Ante un problema como es la insatisfacción con el mundo que les ha tocado vivir y que detestan, algunos románticos optan por evadirse de él, aislándose de esa sociedad que no les gusta. Esta característica se refleja en sus obras no sólo en el gusto por la soledad, sino en la también en la evasión hacia tiempos remotos (sobre todo a la Edad Media) o a lugares lejanos y exóticos (Oriente), donde, a su juicio, todo es más perfecto. Esto explica, por ejemplo, el auge de la novela histórica. Recuperan leyendas, historias del folclore, canciones populares lenguas vernáculas, ambientadas en el pasado.



Frente a los textos ilustrados en los que la fría razón había desplazado a la pasión, los románticos reflejan en sus textos sus propios sentimientos, expresan sus emociones más íntimas y personales, generando una literatura lírica, intimista (Sobre todo la poesía posromántica de Bécquer y Rosalía). Como veremos, estos sentimientos son predominantemente de desengaño, de angustia existencial, tristeza, de melancolía, de nostalgia, de soledad...



Para expresar sus sentimiento el autor se sirve de metáforas tomadas de la naturaleza: así, los paisajes otoñales, los vespertinos o crepusculares (puesta de sol), expresan soledad y melancolía; los paisajes salvajes, indómitos, agrestes, expresan su rebeldía; los tétricos, el misterio; etc. Por ejemplo, el gusto por las tempestad o la naturaleza salvaje se debe a la necesidad de libertad.



El romántico se siente, en conclusión, un ser diferente a los demás, un ser incomprendido. Ello supone cierto egocentrismo, en el sentido de que se creen con una sensibilidad superior a la del resto. En literatura, esta característica se manifiesta en la creencia de que el autor romántico es una especie de genio que es profundamente original y sus obras nacen en un momento de inspiración, sin necesidad de imitar a los autores clásicos, como los autores del siglo anterior. Así, mezclarán géneros, combinarán verso y prosa, variarán de versos, romperán la regla de las tres unidades, etc .

Para los románticos, el escritor "nace, no se hace", es una especie de ser elegido para descubrir la verdad y transmitírsela al resto de la sociedad, cuya sensibilidad está adormecida y embrutecida.