TEXTO
A
Pero
si bien los toros han perdido su primitiva nobleza, si bien antes
eran una prueba del valor español, y ahora sólo lo son de la
barbarie y ferocidad, también han enriquecido considerablemente
estas fiestas una porción de medios que se han añadido para hacer
sufrir más al animal y a los espectadores racionales: el uso de
perros, que no tienen más crimen para morir que el ser más débiles
que el toro y que su bárbaro dueño; el de los caballos, que no
tienen más culpa que el ser fieles hasta expirar, guardando al
jinete aunque lleven las entrañas entre las herraduras; el uso de
banderillas sencillas y de fuego; y aun la saludable costumbre de
arrojar el bien intencionado pueblo a la arena los desechos de sus
meriendas, acaban de hacer de los toros la diversión más inocente y
más amena que puede haber tenido jamás pueblo alguno civilizado”.
Así
es que amanece el lunes, y parece que los habitantes de Madrid no han
vivido los siete días de la semana sino para el día en que deben
precipitarse tumultuosamente en coches, caballos, calesas y
calesines, fuera de las puertas, y en que creen que todo el tiempo es
corto para llegar al circo, adonde van a ver a un animal tan bueno
como hostigado, que lidia con dos docenas de
fieras disfrazadas de hombres, unas a pie y otras a caballo, que se
van a disputar el honor de ver volar sus tripas por el viento a la
faz de un pueblo que tan bien sabe apreciar este heroísmo
mercenario. Allí parece que todos acuden orgullosos de manifestar
que no tienen entrañas, y que su recreo es pasear sus ojos en
sangre, y ríen y aplauden al ver los destrozos de la corrida.
a)
¿Qué tema, polémico y actual, plantea este artículo? ¿Qué tipo
de artículo es?
b)
¿Qué diferentes prácticas contemporáneas le parecen deleznables y
por qué?
c)
¿Con qué metáfora animalizadora define a los toreros? ¿Qué da a entender?
d)
¿Cómo describirías la conducta de los espectadores, según tus palabras?
e)
¿Crees que Larra es antitaurino? Justifica tu respuesta, subrayando
las frases de las cuales lo deduces
TEXTO
B
Dirigíanse
las gentes por las calles en gran número y larga procesión,
serpenteando de unas en otras como largas culebras de infinitos
colores: ¡al cementerio, al cementerio! ¡Y para eso salían de las
puertas de Madrid!
Vamos
claros, dije yo para mí, ¿dónde está el cementerio? ¿Fuera o
dentro? Un vértigo espantoso se apoderó de mí, y comencé a ver
claro. El cementerio está dentro de Madrid. Madrid es el cementerio.
Pero vasto cementerio donde cada casa es el nicho de una familia,
cada calle el sepulcro de un acontecimiento, cada corazón la urna
cineraria de una esperanza o de un deseo. Entonces, y en tanto que
los que creen vivir acudían a la mansión que presumen de los
muertos, yo comencé a pasear con toda la devoción y recogimiento de
que soy capaz las calles del grande osario.
—¡Necios!—
decía a los transeúntes—. ¿Os movéis para ver muertos? ¿No
tenéis espejos por ventura. (...) ¡Miraos, insensatos, a vosotros
mismos, y en vuestra frente veréis vuestro propio epitafio! ¿Vais a
ver a vuestros padres y a vuestros abuelos, cuando vosotros sois los
muertos? Ellos viven, porque ellos tienen paz; ellos tienen libertad,
la única posible sobre la tierra, la que da la muerte; (…) ellos
no son presos ni denunciados; (...) ellos son los únicos que gozan
de la libertad de imprenta, porque ellos hablan al mundo. Hablan en
voz bien alta y que ningún jurado se atrevería a encausar y a
condenar. Ellos, en fin, no reconocen más que una ley, la imperiosa
ley de la Naturaleza que allí los puso, y ésa la obedecen.(...)
Una
nube sombría lo envolvió todo. Era la noche. El frío de la noche
helaba mis venas. Quise salir violentamente del horrible cementerio.
Quise refugiarme en mi propio corazón, lleno no ha mucho de vida, de
ilusiones, de deseos.¡Santo cielo! También otro cementerio. Mi
corazón no es más que otro sepulcro. ¿Qué dice? Leamos? (…)
¡Espantoso letrero! ¡Aquí yace la esperanza!
a) ¿Qué costumbre aún
vigente describe el autor? ¿Qué día del año está describiendo?
b) En este artículo
Larra emplea una alegoría, una sucesión de metáforas encadenadas.
Explica esas metáforas a partir de:
Madrid – cementerio
Familia _ ….............
c) Asimismo, el autor se
sirve de una gran paradoja. ¿Por qué los vivos están muertos?
¿Y por qué los muertos
están vivos?
d) En el último párrafo,
el autor establece otra metáfora respecto a su corazón. ¿Qué es
lo que dice? ¿Cómo describirías el estado del autor al escribir
estas líneas?